Alcalá de Guadaíra a 2 de enero de 2009.- La portavoz del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Laura Ballesteros ha explicado que Alcalá tiene ya un nombre a nivel internacional; una ciudad respetada en cuanto a los proyectos que plantea y la eficiencia de los mismos. Son declaraciones que ha hecho al referirse al proyecto URBAN de iniciativa urbana hasta 2013 con una inversión mínima de 14,5 millones de euros y al proyecto ATTICUS de ayuda social y que supondrá una inversión de 2.4 millones de euros.
URBAN abarca geográficamente al barrio de San Miguel, a la Zona Centro y al Barrio de San José Las Corachas, está funcionando en la ciudad desde 1994 a través de la Dirección General de Fondos Comunitarios de la UE y tiene como objetivo la recuperación de estas zonas de gran interés arquitectónico, patrimonial y paisajístico de la ciudad.
Se trata de un proyecto multilateral que tiene incidencias en el capital físico, en la recuperación de equipamientos (zona de San Miguel), en temas de movilidad (para crear conexiones entre San Miguel y el barrio de Las Corachas); un programa que interviene en el capital humano y social, ya que se procurará que la restauración de toda la zona que acoge el proyecto la haga más atractiva en todos los sentidos, lo que posibilitará por otra parte importante generación de empleo y nuevas oportunidades para la ciudad.
URBAN inscribe el conjunto de los tres Barrios del ARC en un proyecto de mayor alcance social y económico, que con su nuevo impulso y mediante la generación de información y conocimientos posibilite la integración-interacción barrio-ciudad.
Según los datos del padrón Municipal, a finales de 2008 la zona cuentacon un total de 4.928 habitantes, de los cuales un 62 %, viven en la zona centro, un 21 ,6% en el barrio de San José y el 16,3% restante de la población en el barrio de San Miguel -El Castillo. Con lo que el peso representativo de la población beneficiaria directa de este plan sería el 7,13% respecto de la población alcalareña, lo que permitiría llegar 25.000 personas.
La inversión de 14,5 millones de euros se traduce en la ejecución de 50 proyectos para el Casco Histórico, con la finalidad de recomponer el sistema de relaciones que vinculan al Casco Histórico con la ciudad y el territorio, a través de tres objetivos de intervención: el primero sería resolver la situación de aislamiento social y espacial del barrio, el segundo sería propiciar la cohesión y conexión social, cultural y económica y el tercer objetivo consistiría en fomentar la conexión ciudadana en un espacio de innovación y conocimiento.
Para alcanzar dichos objetivos se han adoptado una serie de programas. El programa relacionado con el capital físico: natural y construído, el cual propone resolver la situación de aislamiento social y espacial del Casco Histórico de Alcalá, mejorando su movilidad y espacios públicos.
El segundo programa sería el capital social y humano, impulsando el desarrollo de proyectos personales y profesionales, fomentando la cultura emprendedora y mejorando la cualificación de los recursos humanos de la zona.
Y por último, el tercer programa sería el capital simbólico, que englobaría la la configuración de una red de innovación y conocimiento, así como la creación de un espacio TIC que facilite el acceso a internet con fines educativos e informativos para la integración social y promoción de la identificación de la ciudadanía de Alcalá de Guadaíra.
ATTICUS
Alcalá recibe 2,4 millones del Fondo Social Europeo, a través del Ministerio de Administraciones Públicas, para la puesta en marcha del proyecto Atticus que beneficiará a unas 225 personas.
Su objetivo es favorecer la inserción sociolaboral de personas con discapacidad y mujeres desempleadas con baja cualificación y cargas familiares no compartidas, o bien que a la situación de desempleo y falta de formación sumen el hecho de ser mayores de 45 años mediante inclusión en itinerarios de Inserción sociolaboral.
A través de este proyecto, que tiene un periodo de intervención hasta el año 2013, se busca establecer un Pacto Local por el Empleo y la Cohesión Social entre los diferentes agentes socioeconómicos de la ciudad, la creación de una red de intercambio de conocimientos integrada por personal técnico adscrito al mismo y la experimentación de un nuevo enfoque basado en la responsabilidad social territorial como estrategia de aproximación de las empresas a las personas y al territorio.
De esta forma, se intervendrá en varias zonas de la ciudad, desde los barrios de San Miguel- El Castillo así como en toda la zona norte y la barriada de Rabesa, con actuaciones en tres importantes frentes, uno en formación y prácticas en empresas para la discapacidad, un segundo frente de formación y prácticas en empresas para mujeres y en tercer lugar medidas transversales de apoyo para estudios, para el desarrollo de un modelo de participación y para el observatorio de la exclusión social.